Modo de empleo:
Se aplica a pincel, por inmersión o con un paño empapado con Negro Betún Judaico procurando que llegue a las partes más profundas.
Luego se elimina con otro paño (seco o humedecido con diluente) la parte sobrante. Las partes más hondas quedarán más oscuras y las más salientes quedarán prácticamente sin producto, lo que proporcionará una pátina con aspecto arcaico y noble.
Se obtienen así diferentes tonalidades parduzcas, desde sepias muy claros hasta oscuros profundos.